DRENAJE LINFÁTICO
Es una técnica de masaje que favorece el buen funcionamiento del Sistema Linfático.
El sistema linfático participa en la regulación del equilibrio hídrico, ayuda en el proceso de eliminación metabólica, interviene en la respuesta inmunológica y es fuente de purificación y limpieza.
Con el drenaje linfático manual (DLM), se actúa directamente sobre el tejido conectivo laxo y los líquidos que en él se alojan, consiguiendo recuperar su equilibrio:
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En los casos en que esté alterado, regulando su normal funcionamiento.
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Ante tejidos sanos, protenciando la acción del sistema linfático.
Mediante el Drenaje Linfático manual, con nuestras manos, ejerciendo una presión muy suave sobre la piel y con un movimiento rítmico y lento, se estimula la contracción rítmica del linfangión, favoreciendo que la linfa, que por diferentes disfunciones se encuentra estancada, avance hacia territorios sanos y facilitar su consiguiente evacuación hacia el torrente venoso.
Del mismo modo, al estimular directamente sobre los ganglios linfáticos, se reduce el enlentecimiento que sufre el flujo de la linfa a su paso a través de ellos.
Se realizan también maniobras de reabsorción del exceso de líquido y proteínas.
Efectos del Drenaje Linfático Manual
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Mejora la circulación de retorno.
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Regenera el sistema linfático.
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Consigue un efecto sedante y relajante al actuar sobre el sistema nervioso vegetativo.
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Inhibe los estímulos dolorosos.
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Regula el tono tanto de la fibra muscular lisa como de la estriada.
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Mejora el sistema defensivo inmunológico por la superproducción de linfocitos.
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Estimula la función renal.
Indicaciones:
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Después de Cirugía Estética o Traumatológica.
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Acné.
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Celulitis.
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Edemas faciales.
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Varices.
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Piernas cansadas.
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Edemas por embarazo (prevención de estrías, descarga de las piernas).
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Edemas linfoestáticos (por ejemplo en el edema de brazo tras extirpación mamaria).
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Edemas del sistema nervioso (migrañas, dolores de cabeza, vértigo)
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Edemas postoperatorios y para mejorar la presentación de cicatrices.
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Enfermedades crónicas de las vías respiratorias (rinitis, sinusitis, faringitis, amigdalitis…)
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Edemas de origen traumático: hematomas, luxaciones, tirones musculares, siendo muy indicado para la recuperación de los deportistas.
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Artritis, artrosis, y afecciones de las partes blandas (capsulitas, tendinitis…)
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Linfedema congénito o adquirido.
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Edemas en la menstruación.
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Distonía neurovegetativa (nervios, ansiedad…)
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Ulcera de decúbito
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Hematomas.
Contraindicaciones relativas
Hipotensión arterial - Tiroidopatías - Algias pélvicas - Enfermedades autoinmunes alérgicas (lupus, artritis reumatoide) - Asma bronquial - Inflamaciones agudas (gota, reuma, cólico nefrítico) - Nevus (Lunares) - Post-tromboflebitis y post-trombosis - Edemas por insuficiencia cardíaca congestiva.
Contraindicaciones absolutas
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Edemas linfodinámicos (pocas proteínas en sangre)
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Neoplasias en curso (cáncer)
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Infecciones agudas (heridas infectadas).
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Flebitis, trombosis o tromboflebitis en curso